lunes, 19 de mayo de 2008

Mi teoría de la conspiración en las autovías


¿Para qué hacen las autovías? Para que se puedan crear las entidades de conservación y que, a través de ellas, ganen dinero las constructoras.


¿Paranoico yo? No, piensen, piensen. ¿Cuántas veces encuentran, por lo menos, un carril cerrado en la autovía? que si regando las plantas, que si cambiando los guardarrailes, que si pintando las líneas, que si poniendo unas juntas nuevas, que si instalando uno de esos rádares formados por unos listones metálicos ocultos en el suelo, que si arreglando el asfalto, que si quitando los baches que nunca deberían haber salido si se hubiese hecho la obra bien en su inicio.... ¿sigo?


Casi a diario nos vemos obligados a circular a un sólo carril porque hay uno con obras de mantenimiento.


Ergo, si nosotros seguimos circulando a un sólo carril, y trabajan los de mantenimiento, el silogismo cuadra: las autovías se han hecho para que las entidades de mantenimiento facturen magras cantidades a la Administración.


¿¿¿Y quién son las entidades de mantenimiento??? Bingo. Están formadas por grandes constructoras.


El caso es que el dinero siempre va donde va (luego, suponemos, algo goteará hacia otros pagos) y sale de donde sale: del usuario que sigue circulando a un carril y, encima, paga la fiesta.


¡¡¡Ya está bien!!!

La Justicia es un cachondeo (y II)


Decía en mi anterior entrada que ya les hablaría del colapso judicial, así que he preferido no demorarme en hacerlo, y abordar el tema en caliente.

Estoy de acuerdo en que nos faltan Juzgados nos sobran asuntos, pero, desde luego permítanme que me parta de risa ante el consabido "colapso judicial".

Con el mismo número de Juzgados, pero con personal responsable y trabajador, no existiría colapso alguno. Pero, claro, si no se trabaja, no se rinde, y el dinero se gasta en gilipolleces, el atasco que se ocasiona es monumental.

Les podría contar honorosos ejemplos de Juzgados que no tienen colapso alguno (principalmente, los de las comunidades vasca, valenciana y catalana). Porque, por si no lo sabían, las competencias en materia de Administración de Justicia están transferidas a las Comunidades Autónomas, para que todos puedan meter mano.

Les voy a comentar algunos hechos anecdóticos sin los cuales no habría colapsos.

Las guardias: Los jueces y fiscales cobran por estar de guardia 24 horas, pero si a usted lo detienen después de las 2 de la tarde, hágase a la idea de que va a dormir en calabozos, porque ni el Juez ni el fiscal van a ir al Juzgado por la tarde (eso sí, con tomarse los días libres que les corresponde por cada guardia son terriblemente escrupulosos). Y no digamos si le detienen a usted el sábado a mediodía... hasta el lunes, olvídese de ver al Juez y a nadie que no sea un agente o su compañero de calabozo. Consecuencias: 1) El justiciable duerme en el calabozo (quizás, injusta o innecesariamente) 2) La semana de guardia, olvídese de que ande cualquier asunto que no sea de la guardia (y hay muchos partidos judiciales con un juzgado o dos, o tres, con lo que hagan cuentas cuántos e trabaja). 3) La eficiencia dle Juzgado se reduce enormemente.

El personal: El personal, además de insuficiente, no aguantaría en la empresa privada ni un asalto. No rinden, no trabajan. La Ley del Funcionariado es algo retrógrado. Tienen su puesto asegurado, nadie les va a echar si no trabajan, así que, ¿para qué? Y si lega alguno que trabaja, tampoco hay modo de incentivarlo, con lo que al poco tiempo, también deja de trabajar. Además, como tienen esa facilidad para tomarse permisos, excedencias, bajas, etc., es raro que los Juzgados estén alguna vez con todo su personal. Consecuencias: 1) Bajo rendimiento. 2) Gente inamovible en su puesto. 3) Imposibilidad de asignar a los más eficientes.

Tirar con pólvora del Rey: Los sueldos que cobran los funcionarios de Justicia son bastante generosos para el trabajo que desarrollan y el riempo que trabajan (les aseguro que pagan muy por encima de sus capacidades y de lo que cualquier empresa podría pagarles). Además, se gastan millonadas en hardware (cada poco están cambiando ordenadores e impresoras) y en el desarrollo de un software que (y el caso Mari Luz lo ha descubierto) no sirve para nada. Y, por ejemplo, en Andalucía, se hicieron una serie de trípticos y unos stands de "atención al ciudadano" para, supuestamente, informar al ciudadano de sus derechos y recoger, en un buzón que levaba incorporado, las sugerencias y quejas de los justiciables (trípticos que, obviamente, nadie ha leido y buzones que nadie ha utilizado). Si en vez de dilapidar el dinero, se gastase con cabeza, habría programas de gestión adecuados y útiles, más personal, y mejor formado.

Los conferenciantes: ¿Ustedes verían lógico irse a dar charlas -remuneradas- si no tuviesen su trabajo al día? Pues los jueces y fiscales lo hacen. Da igual que su Juzgado esté colapsado. Ellos dan conferencias (por las que les pagan) y actúan en mesas redondas (cobrando), escriben libros, y dan clases en la Universidad. Lo que haga falta. Y muchas de estas cosas, para más inri, en horas en que deberían estar en su despacho.

La carrera judicial: ¿Conciben ustedes que el único criterio para ascender, en categoría y retribución, sea la antigüedad? Ya puede usted ser el peor Juez o el mejor, que da igual... ascenderá cuando tenga los años suficientes en el cuerpo. Consecuencias: Jueces considerados de más y de menos. Y, al final, lo nomral es que los últimos, se pregunten "¿para qué?" y acaben abandonando su empuje.

El milagro de los panes y los peces: Conozco casos curiosísimos de Juzgados en los que, con tal de hacer ver que están hasta arriba de trabajo, y con ello justificar una petición de más personal o un ascenso de categoría, inventan mil triquiñuelas para multiplicar el número de asuntos tramitados de cara a la estadística. Les contaria como una misma demanda puede dar lugar a varios procedimientos (el monitorio, el subsiguiente ordinario, su ejecución provisional, la ejecución definitiva, el incidente por liquidación de intereses, su ejecución, el incidente de costas, su ejecución....). En las estadísticas parecerá que el Juzgado ha llevado 8 procesos, cuando en realidad ha sido 1. Si el tiempo invertido en idear la triquiñuela, en ejecutarla y los recursos -humanos y materiales- que ello precisa se hubiesen utilizado en resolver asuntos, otro gallo nos cantaría.

La utilización de la lógica: Imaginen ustedes que les llega un papel de otro departamento de su empresa al que le falta un dato. ¿Qué harían? Evidente, levantar el teléfono, llamar a quien lo remite y decirle "oye, que falta el DNI, dámelo", tomar nota y hacer su trabajo. ¡¡¡Ay, ingenuo!!! hay que devolverlo diciendo que no se puede hacer, y esperar a que venga de nuevo, y buscarle otra pega, para así tener al justiciable meses con su asunto parado.

En fin, seguiría, pero es tarde. Otro día, más..

La Justicia es un cachondeo


Quizás debiera haberlo entrecomillado, pues tal aserto no es mío, sino que fue alumbrado hace lustros por Pedro Pacheco, a la sazón Alcalde de Jerez de la Frontera, tierra cuyos vinos me encantan.
El problema es que las cosas siguen igual, y la Justicia sigue siendo un cachondeo.
En tiempos en que todo el que tiene un asunto en los Juzgados languidece esperando sentencia, en los que la niña Mari Luz murió, en parte, por culpa del colapso judicial (tiene cojones el nombrecito, luego les hablaré del colapso) y en el que los profesionales del Derecho rezamos a todos los Santos por que los Juzgados nos muevan un par de asuntos que poder cobrar para llegar a fin de mes, llega el asunto de Doña Telma, sin duda de gran trascendencia y que reconcome a todo hijo de vecino.
Doña Telma Ortiz Rocasolano, hermana de la Princesa de Asturias (les advierto que soy profundamente republicano), le molesta que le saquen fotos y videos. Yo la entiendo. En cierto modo. Pero, desde luego, ni la apoyo, ni la excuso.
La cuestión es que para defenderse de la "canallesca periodística", interpuso una demanda de medidas cautelares (desde mi punto de vista, y como profesional, muuuuuuy torpe) frente a numerosos medios de comunicación (una de sus torpezas fue meter a todos los medios en el mismo saco).
En todo caso, no voy a entrar en el fondo del asunto, que me da para una entrada (o varias), porque no es a lo que me quiero referir ahora.
Lo verdaderamente vergonzoso es que el asunto de Doña Telma haya pasado de forma irreverente por encima de todos los asuntos de los demás justiciables. Ha sido señalada fecha para la vista de una forma inusitadamente veloz, y la Sentencia se ha dictado en menos de tres días.
¿¿¿A alguno de ustedes le ha pasado esto en un caso suyo???
O sea, resulta que son "cienes y cienes" (permítanme la guasona incorrección) de ciudadanos (y ciudadanas, que diría el Presi favorito del Rey) los que esperan que los Juzgados de Toledo resuelvan sus asuntos judiciales, ejecuten sus sentencias, les señalen juicio, etc., etc. .... y el de esta señora (o señorita, pues ignoro si está casada), se ha resuelto en un pis pas.
Y la verdad, no me parece que el agobio de la Sra. (o Srta.) Ortiz sea más importante que el divorcio del Sr. García, el accidente de circulación que sufrió el Sr. Fernández, el desahuciuo que viene pidiendo hace tres años el Sr. Rodríguez o la reclamación por deudas de la empresa López, S.L., por poner algun ejemplo.
Me parece inadmisible que haya dos velocidades en los Tribunales, una para privilegiados y otra para el resto.
Y por eso, entre otras razone, se me escapa un grito "¡¡¡Pues que se joda!!! ¿No quiere ser igual? Pues igual para todo, y si no, que se joda, y la persigan con las cámaras".
Del fondo del asunto, hablaremos otro día, pero lo que a mi me parece más grave es esta tomadura de pelo a los demás justiciables que esperan pacientemente durante años a que sus asuntos encuentren resolución en Tribunales.
La Justicia, más que nunca, es un cachondeo.
P.S.: La imagen que ilustra esta entrada la pongo en protesta por otra de los dispendios sin sentido de recursos judiciales a que hemos asistido recientemente.

El porqué de este blog


Inicio hoy mi blog. ¿Por qué me meto en este berenjenal? Yo diría que lo hago para poder soltar en algún sitio todo lo que me va quemando por dentro.
Me han dicho últimamente personas muy cercanas que parezco el Pitufo Gruñón (creo que sí, que se quejaba bastante más que el Gruñón de Blancanieves) y que me tiro el día refunfuñando.
Y, la verdad, no puedo dejar que me cabreen las cosas que a diario pasan o lees en la prensa.
Uno está harto de pagar impuestos y ver cómo se malgasta su dinero en gilipolleces, no se arregla lo que se tiene que arreglar y otros mangonean.
Dicen que el que canta, su mal espanta, lo que, aplicado al caso, se traduciría en que el que protesta, saca de si el cabreo que lleva dentro, al menos en parte.
¿Qué quieren que les diga? No es que a ustedes no les quiera, pero prefiero exponer mis cuitas de forma estructurada y escrita, exorcizarlas de ese modo, y que el que quiera, las lea, y el que no, que no las lea. Con el consiguiente alivio para los que venían siendo víctimas de mis malhumores.
Tengo la experanza de que alguien comparta alguno de mis comentarios. Creo, sinceramente, que no soy el único CCC, y que es necesaria una Plataforma de Contribuyentes Cabreados y Calientes (no me sean malpensados) que, al margen de los partidos políticos, exigiese que su dinero fuese bien empleado.

Así que, gracias y perdón.

Gracias por leerme (si alguien me lee) y perdón por dar la lata.